Balas caladas

El 13 de Junio, el policía -de civil- Jonathan Lloveras de la Comisaría 5° de Valentín Alsina, específicamente del GAD (Grupo de Apoyo Departamental) disparó tres veces contra Leandro Gabriel Galeano de 15 años. Dos de los tres disparos impactaron en su tórax y le quitaron la vida. El tercero pegó en el cordón de la vereda, al lado de un niño que iba a comprar con su padre. Eran las dos y media de la tarde en Villa Diamante y el policía portaba un arma con balas caladas. El relato lo reconstruye la familia del niño de 15 años asesinado, a partir del único testigo con el que cuentan. Desde el 13 de junio la familia, vecines y amigiues de Leandro tratan de saber qué pasó y exigen justicia.

Por Revoluciones

Pero como sucede a menudo en estos casos, es el relato policial el que se instala prontamente, con la activa participación de comunicadores en medios tradicionales, que amplifican la voz oficial. “El relato policial es que Leo le quiso robar una bicicleta con otra persona que no está reconocida, no sabemos quién es”, explican desde la familia de Leandro. Ahora, cuando piden las cámaras para ver el robo del relato casualmente no funcionan “Lanús es un municipio que en lo que es seguridad está repleto de cámaras, de domos, en esa zona hay muchísimos, y nos dicen que no anda ninguno”. La trama que se inicia cuando estos hechos suceden incluye cámaras que no funcionan, pero también pericias que son tomadas por la propia policía involucrada en el hecho y no por otra fuerza de seguridad. “La  moto de Leo nos la dan a los dos días, sin tampoco haberse tomado pericias de la pólvora ni de nada, el policía estando de civil tenía un arma con una bala calada, cosa que tampoco se puede” agregan.  

La mamá de Leo se llama Rosa Estela Benítez, vive en Lanús oeste, y habla de su hijo en pasado: “era un pibito muy bueno, trabajador, salía a cartonear con su moto, con su carrito, estudiaba, iba a segundo año, era un chico muy querido, por su familia, los vecinos, sus amigos, amigas, le arrebataron la vida a mi hijo de 15 años. Se llamaba Leandro Gabriel Galeano, nunca tuve que ir a sacarlo de una comisaría, nunca nadie vino a golpearme las manos en la puerta de mi casa, ni en la calle. No tengo respuesta ni de la comisaría 5° de Diamante, ni del fiscal, ni del juez ni de nadie. Tengo un dolor muy grande porque el policía me lo mató, y lo único que pido es justicia por mi hijo, necesito saber la verdad, la familia está destruida, no tenemos consuelo. Lo único que pido es que salga la verdad, que muestren las cámaras para que mi hijo pueda estar en paz y nosotros también, como mamá, porque a mí nadie me dio explicación de nada. Ahora me dicen que las cámaras no funcionan, pero no voy a bajar nunca los brazos porque yo quiero saber la verdad de lo que pasó con mi hijo”.

“Leo tenía 15 años, no sabemos lo que pasó pero no se merecía que le quiten la vida, que le den dos tiros a matar”, reclama la familia, que ya empezó a participar de la Coordinadora Contra la Represión Policial e Institucional (CORREPI). La causa está en el Juzgado de Garantías N° 3 de Lanús-Avellaneda a cargo del juez Luis Arabito. La Unidad Fiscal que interviene es la N°3 de menores, y el titular es Jorge Venzano. El policía Jonathan Lloveras está actualmente libre porque la fiscalía no hizo ningún pedido de detención y la familia recién esta semana, luego de la feria judicial, será incorporada como particular damnificada a la causa, y tendrá acceso a la misma. Hasta acá el policía está imputado, pero en libertad.

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